De forma pacífica y apartidista, la manifestación transcurrió en medio de un ambiente festivo en la que participaron ciudadanos de todas las edades.
La indignación y la rabia contenida de la ciudadanía española durante los últimos años por los recortes de derechos parecían esperar la ocasión perfecta para salir a la calle. No pasó durante la Huelga General, ni tampoco el pasado 1 de mayo. La utilización clientelista por parte de partidos políticos y sindicatos de las acciones civiles contuvo a la población.
Ayer, el 15 de mayo, marcó un antes y un después en la sociedad española. Una manifestación en la que más de medio millón de personas en más de 50 ciudades salieron a la calle para demandar con voz propia como ciudadanos y ciudadanas, sin corsés políticos ni sindicales, “que no somos mercancía en manos de políticos y banqueros”. Un grito de fuerza y unión de una sociedad civil que despierta tras años de desesperanza.
“Desde el No a la Guerra no se vive una manifestación tan multitudinaria” comentaba uno de los miles de ciudadanos convocados a la cita de ayer en Granada. Ciudad que congregó a más de 6.000 personas y que fue ejemplo de civismo para toda España.
“Hoy hemos querido dejar a un lado nuestros símbolos, nuestro grupo de actuación, nuestras convicciones políticas y sindicales porque queremos demostrar que lo que nos une a todos y a todas son los abusos de los gobiernos y los distintos problemas sociales.” Así comenzaba, megáfono en mano, la manifestación convocada por personas anónimas que reivindicaron, tanto al inicio como al final, una marcha sin color político, sindical o religioso.
La ausencia de banderas, símbolos políticos y lemas ofensivos contribuyó a que la manifestación, que comenzó en la Caleta a las 18.00 horas y terminó a las 21.00 horas en Plaza Isabel la Católica (pese a que la organización tenía autorización para finalizar su recorrido en Plaza del Carmen), fuera un ejemplo claro de fiesta democrática del pueblo y de civismo en la reclamación de derechos de forma pacífica.
La organización quiere expresar su máxima gratitud tanto a los miles de ciudadanos que participaron de la protesta, como a la policía local y nacional que en todo momento acompañó la marcha.
Los cuerpos de seguridad informaron a la organización, minutos antes de finalizar la marcha, de la existencia de una procesión que cruzaba por Reyes Católicos. Democracia Real Ya obtuvo el pasado 3 de mayo autorización para finalizar en la Plaza del Carmen, pero debido a la existencia de dicha procesión, la policía comunicó a la Plataforma que debía finalizar en Plaza de Isabel La Católica para dar paso a la procesión, y así se hizo, informando a todos los ciudadanos de la conclusión de la misma en lo que consideramos un ejemplo claro de pluralidad y civismo.
Una vez congregados los manifestantes en plaza Isabel la Católica, varios ciudadanos leyeron el manifiesto del movimiento, tras lo cual se invitó a los manifestantes a abandonar la marcha de formar pacífica y se informó a la policía de su conclusión.
Agradecemos la máxima difusión de éste comunicado y el tratamiento de la información que han acometido los medios en un verdadero ejercicio de responsabilidad y servicio público.
La indignación y la rabia contenida de la ciudadanía española durante los últimos años por los recortes de derechos parecían esperar la ocasión perfecta para salir a la calle. No pasó durante la Huelga General, ni tampoco el pasado 1 de mayo. La utilización clientelista por parte de partidos políticos y sindicatos de las acciones civiles contuvo a la población.
Ayer, el 15 de mayo, marcó un antes y un después en la sociedad española. Una manifestación en la que más de medio millón de personas en más de 50 ciudades salieron a la calle para demandar con voz propia como ciudadanos y ciudadanas, sin corsés políticos ni sindicales, “que no somos mercancía en manos de políticos y banqueros”. Un grito de fuerza y unión de una sociedad civil que despierta tras años de desesperanza.
“Desde el No a la Guerra no se vive una manifestación tan multitudinaria” comentaba uno de los miles de ciudadanos convocados a la cita de ayer en Granada. Ciudad que congregó a más de 6.000 personas y que fue ejemplo de civismo para toda España.
“Hoy hemos querido dejar a un lado nuestros símbolos, nuestro grupo de actuación, nuestras convicciones políticas y sindicales porque queremos demostrar que lo que nos une a todos y a todas son los abusos de los gobiernos y los distintos problemas sociales.” Así comenzaba, megáfono en mano, la manifestación convocada por personas anónimas que reivindicaron, tanto al inicio como al final, una marcha sin color político, sindical o religioso.
La ausencia de banderas, símbolos políticos y lemas ofensivos contribuyó a que la manifestación, que comenzó en la Caleta a las 18.00 horas y terminó a las 21.00 horas en Plaza Isabel la Católica (pese a que la organización tenía autorización para finalizar su recorrido en Plaza del Carmen), fuera un ejemplo claro de fiesta democrática del pueblo y de civismo en la reclamación de derechos de forma pacífica.
La organización quiere expresar su máxima gratitud tanto a los miles de ciudadanos que participaron de la protesta, como a la policía local y nacional que en todo momento acompañó la marcha.
Los cuerpos de seguridad informaron a la organización, minutos antes de finalizar la marcha, de la existencia de una procesión que cruzaba por Reyes Católicos. Democracia Real Ya obtuvo el pasado 3 de mayo autorización para finalizar en la Plaza del Carmen, pero debido a la existencia de dicha procesión, la policía comunicó a la Plataforma que debía finalizar en Plaza de Isabel La Católica para dar paso a la procesión, y así se hizo, informando a todos los ciudadanos de la conclusión de la misma en lo que consideramos un ejemplo claro de pluralidad y civismo.
Una vez congregados los manifestantes en plaza Isabel la Católica, varios ciudadanos leyeron el manifiesto del movimiento, tras lo cual se invitó a los manifestantes a abandonar la marcha de formar pacífica y se informó a la policía de su conclusión.
Agradecemos la máxima difusión de éste comunicado y el tratamiento de la información que han acometido los medios en un verdadero ejercicio de responsabilidad y servicio público.
